La tecnología es parte de nuestra vida diaria y puede ser una gran aliada para la inclusión. No se limita solo a soluciones de alta tecnología como tableros de comunicación digitales, lectores de imágenes o dispositivos de interpretación en lengua de señas. También incluye herramientas de baja y media tecnología, como bastones para personas con discapacidad visual, pictogramas, materiales con letras grandes, audífonos de cancelación de ruido o adaptadores para útiles escolares.

Muchas de estas herramientas están diseñadas para superar barreras, como la falta de acceso a internet, al ofrecer opciones descargables o de uso sin conexión. Aunque algunas soluciones son comunes en las instituciones educativas, otras menos frecuentes pueden marcar una diferencia significativa en los procesos de aprendizaje.