Madres y padres no deben ser los únicos involucrados en el proceso de aprendizaje de la niña, niño o adolescente con discapacidad en casa, es recomendable crear espacios para compartir con otros miembros de la familia como hermanos, tíos, abuelos, etc. Fortalecer los lazos familiares reafirma la sensación de seguridad y apoyo. Además, es importante que toda la familia reconozca las capacidades y fortalezas de la niña, niño o adolescente para no limitar su participación o su interacción con su entorno, es clave ser facilitadores eliminando las barreras del entorno pero evitar sobreprotegerlos o hacer todas las cosas por ellos, dándoles un trato desigual.